Mi Doctor Corazón (que en realidad hoy fue doctora porque mi cardiólogo no trabaja solo) me dijo que voy bien. O sea que no me va a quitar la medicina pero que le siga echando ganas.
Eso significa seguir corriendo (más bien volver a correr porque los finales me mataron). Seguir NO comiendo grasa (no carnitas = no tortas ahogadas, básicamente), seguir NO tomando (ni siquiera un trago de cerveza, triste, triste (bueno, a veces)). Seguir sin sal, pero eso no me agüita ni poquito. Seguir sin refresco, que tampoco me agüita, sin Red Bull o similares (que sí me entristece un poco porque sí me gustan, ¿gustaban?, esas chingaderas, sobre todo con Jäger). Y en fin, otras cosas que no puedo hacer, pero tal vez algún día pueda si soy niño bueno, así como Pinocho tenía la posibilidad de ser un niño de verdad.
miércoles, 19 de mayo de 2010
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