El sudor corría por su frente, arrinconado, esperando ansioso, tomando la decisión mas importante de su vida. Sabia que pronto llegarían, solo le quedaban dos opciones, y solo podía pensar la canción que describía todo:
Los golpes en la puerta no tardaron, cada golpe era mas fuerte las voces se intesificaban. Desde su rincón sudaba cada vez mas, no tenía escapatoria. Un último golpe, un haz de luz irrumpió su oscuridad casi total. Mientras la luz entraba rápidamente, se levanto y tomo la decisión, los esperaría con el dedo en el gatillo.